10 errores que querrás evitar con tu freidora de aire

Las freidoras de aire han transformado la manera de preparar frituras reduciendo el aceite y mejorando la salubridad.

Aunque parezcan fáciles de usar, hay ciertas trampas que es mejor esquivar para asegurar excelentes platillos y prevenir incidentes. A continuación, te detallamos los 10 deslices más habituales al manejar estos hornos portátiles y las maneras de sortearlos.

1. No precalentar la freidora de aire
Utilizar la freidora de aire es omitir el precalentar antes de colocar los alimentos. No hacerlo puede resultar en una cocción despareja, alimentos adheridos a la cesta o un resultado blando en lugar de esa textura crujiente tan deseada.

Una vez hecho esto, se acomodan los alimentos de manera uniforme, en una sola capa, evitando sobrecargar. Se tiene que revisar, agitar o voltear los alimentos para asegurar una cocción uniforme.

Recordar estos pequeños detalles hará que nuestros platillos salgan perfectos y con ello, sacar al máximo las ventajas de este electrodoméstico.

2. Usar demasiado o muy poco aceite
Si empleamos demasiado aceite, los alimentos quedarán grasosos y perderán su textura crujiente. Además, el exceso de aceite puede gotear sobre el elemento calefactor y provocar humo o incluso fuego.

Lo ideal es usar un espray o un pincel para aplicar una capa fina y uniforme de aceite sobre los alimentos, o usar alimentos que ya tengan algo de grasa natural, como el pollo o el salmón.

Optar por alimentos con grasas naturales, como el pollo con piel o el salmón, puede ser beneficioso. Estos liberan su grasa al cocinar, ayudando a lograr esa textura dorada y sabrosa sin la necesidad de aceites adicionales.

También es importante recordar que la elección del tipo de aceite puede influir en el resultado final como el aceite de aguacate o de canola, son más adecuados para freidoras de aire.

3. No limpiar la freidora de aire después de cada uso
Los restos de comida y aceite que se acumulan en la cesta y en el interior de la freidora pueden generar malos olores, bacterias y hongos.

El acúmulo de estos residuos puede también causar obstrucciones en el sistema de circulación de aire, reduciendo la eficacia de la cocción y aumentando el consumo energético del dispositivo.

Después de cada uso, se procede a limpiar la cesta y el interior de la freidora con agua caliente y un jabón suave. Un cepillo suave puede ser útil para llegar a esas esquinas y recovecos difíciles.

Algunas freidoras modernas incluso cuentan con piezas desmontables aptas para lavavajillas, lo que facilita aún más este proceso.

4. Meter alimentos congelados directos en la freidora
Esto puede hacer que los alimentos se cocinen por fuera, pero queden crudos por dentro, o que suelten demasiada agua y empapen el resto de los ingredientes.

Se tiene que descongelar los alimentos antes de meterlos en la freidora, o usar alimentos específicos para freidoras de aire que ya vienen precocinados y congelados.

Algunos alimentos congelados pueden soltar líquidos que pueden causar humo o incluso salpicaduras de grasa caliente, lo que puede ser peligroso y afectar el rendimiento de la freidora a largo plazo.

Si el tiempo es un factor, existen en el mercado opciones para freidoras de aire que ya vienen precocinados y congelados. Estos productos están diseñados para cocinarse y dar resultados en términos de sabor y textura.

5. No sacudir o voltear los alimentos durante la cocción
Un resultado desigual en la cocción puede deberse a varios factores, como la distribución de los alimentos en la cesta, la temperatura seleccionada o incluso la naturaleza del propio alimento.

Cuando los alimentos se cocinan de manera despareja, no solo afecta su presentación, sino también su sabor y textura, reduciendo la calidad general del plato.

No agitar o girar los alimentos no solo garantiza una cocción uniforme, sino que también permite que el aire caliente circule de manera óptima alrededor de cada pieza.

Se tiene que seguir las instrucciones de cada receta y adaptar los tiempos y temperaturas según el tipo y cantidad de alimentos que estemos cocinando.

6. Usar recipientes o accesorios inadecuados
Los recipientes o accesorios no solo pueden deformarse o dañarse debido al calor, sino que también pueden liberar toxinas o componentes no deseados que contaminen los alimentos.

Están fabricados con materiales como acero inoxidable o silicona apta para altas temperaturas, que no solo son seguros para la cocción, sino que también facilitan la limpieza.

Al invertir en estos accesorios adecuados, no solo garantizamos la seguridad y durabilidad de nuestros utensilios, también nos aseguramos de obtener los mejores resultados en nuestros platos, maximizando las ventajas que la freidora de aire puede ofrecer.

Siempre hay que revisar las directrices dadas por el fabricante o verificar las características del producto, para confirmar que se ajusten al dispositivo.

7. No ajustar el tiempo y la temperatura según el tipo y cantidad de alimento
Se tiene que seguir las instrucciones del fabricante o consultar alguna guía o receta para freidoras de aire, y adaptar el tiempo y la temperatura según el tamaño, el grosor y la cantidad de alimento que vayamos a cocinar.

Al considerar la variedad de alimentos, desde verduras hasta carnes y postres, cada uno posee una estructura y composición distintas. Por ejemplo, una pieza de pollo necesitará más tiempo y una temperatura diferente que unas rodajas de calabacín.

Cocinar en lotes más pequeños puede garantizar una circulación de aire más uniforme. Sobrecargar la freidora puede resultar en alimentos mal cocidos o en una textura no deseada.

En la actualidad, existen aplicaciones y sitios web dedicados a la cocina con freidoras de aire, que ofrecen consejos y ajustes en tiempo real para adaptarse a diferentes ingredientes.

8. No dejar espacio suficiente entre la freidora y otros objetos
La freidora de aire genera mucho calor y puede quemar o derretir los objetos que estén cerca de ella, como manteles, cortinas, utensilios o electrodomésticos. Al menos se debe dejar 10 centímetros de espacio entre la freidora y cualquier otro objeto, colocarla sobre una superficie plana, estable y resistente al calor.

Es de considerar la ventilación alrededor de la freidora de aire. El equipo necesita espacio para liberar el calor y mantener una circulación de aire adecuada.

Se debe evitar que la freidora esté en una zona de paso o en lugares donde haya mucha actividad, para minimizar el riesgo de accidentes. Una caída o un choque pueden derramar contenido caliente y causar lesiones.

Asegurarse de que el cable esté fuera del alcance y que la freidora esté en un sitio donde no pueda ser tocada o manipulada. La seguridad en la cocina es primordial, y con un dispositivo tan potente como la freidora de aire, la precaución nunca está de más.

9. No respetar la capacidad máxima de la freidora
Si sobrecargamos la cesta con demasiada cantidad de alimento, impedimos que el aire circule y que los alimentos se cocinen de forma uniforme.

Al exceder la capacidad, limita el flujo de aire y corre el riesgo de que los alimentos se peguen, lo que dificulta la limpieza posterior y puede perjudicar la integridad del aparato.

Al cocinar porciones más grandes, la humedad puede hacer que los alimentos se empapen en lugar de quedar crujientes. Esto es relevante para aquellos alimentos que liberan más agua, como las verduras.

Respetar la capacidad máxima de la freidora no solo garantiza mejores resultados culinarios, sino que también alarga la vida útil del equipo. Sobrecargar la freidora puede desgastar el motor.

Para sacar el máximo provecho de la freidora de aire y disfrutar de alimentos, se debe ser consciente. Siempre es mejor cocinar en tandas que arriesgarse a tener resultados insatisfactorios y posibles daños al equipo.

10. No vigilar la cocción de los alimentos
Aunque la freidora de aire tiene un temporizador que se apaga cuando termina el tiempo programado, se monitorea la cocción de los alimentos para prevenir que se tuesten en exceso o pierdan su humedad.

Cada alimento tiene sus características. Por ejemplo, mientras que unas papas fritas pueden necesitar tiempo para alcanzar una textura crujiente, unos trozos de pollo o un pescado podrían requerir ajustes en el tiempo y temperatura.

Aunque el temporizador es una herramienta útil, no siempre refleja las variables que pueden surgir durante la cocción. Factores como la cantidad de alimentos, su tamaño, e incluso la altitud pueden influir en el tiempo necesario para cocinar.

El color y la textura son indicativos del proceso de cocción. Estar atentos nos permite hacer ajustes sobre la marcha o añadir más tiempo si aún no han alcanzado el punto deseado.

Al estar presentes durante la cocción, un olor a quemado o demasiado intenso puede ser una señal de que es necesario intervenir.

Evita estos errores con tu freidora de aire
A pesar de que las freidoras de aire son herramientas de cocina que siempre se benefician de la atención y el toque personal del chef para lograr resultados, debes tener en cuenta algunos errores comunes al usarlas.

De esta manera, podrás deleitarte con platos deliciosos, saludables y crujientes utilizando tu freidora de aire, sin preocupaciones ni complicaciones. ¿Por qué esperar más para descubrirlo por ti mismo?

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