Ejercicio para personas con artritis: tips que debes tener en cuenta

Recuerdo que mi abuelita, conforme iba envejeciendo, se quejaba mucho de dolor en las manos o en otras zonas del cuerpo como consecuencia de la artritis. Eso me hacía pensar que ese era un problema sólo de adultos mayores. Sin embargo, esta inflamación puede afectar en diferentes etapas de la vida y lo mejor que puedes hacer para “apaciguar” el malestar es realizar ejercicio. Lo importante es saber qué ejercicios son aptos para las personas con artritis.

¿Qué es la artritis?

Se trata de una inflamación, hinchazón o sensibilidad que ocurre en las articulaciones. Las principales molestias relacionadas a esta afección son dolor y rigidez articular, señalan los expertos de Mayo Clinic. Existen varios tipos de artritis, aunque las más frecuentes son: artrosis y artritis reumatoide.

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIH) indica que los síntomas más frecuentes de la artritis son:

• Dolor o hinchazón en las articulaciones.
• Fiebre.
• Dificultad de movimiento y para respirar.
• Pérdida de peso.
• Sarpullido y comezón.

Tipos de artritis

• Gota. Sucede por acumulación de cristales en las articulaciones.
• Espondilitis anquilosante. Afecta la columna vertebral. Puede haber hinchazón, calor, enrojecimiento o dolor.
• Artritis juvenil. Es una inflamación en las articulaciones.
• Osteoartritis. Por lo regular afecta dedos, cadera y rodillas. Puede aparecer luego de una lesión o golpe en la articulación.
• Artritis psoriásica. Afecta la piel, articulaciones y áreas donde se une el tejido al hueso.
• Artritis reumatoide. Afecta huesos y articulaciones, aunque también puede dañar órganos y sistemas internos.
• Artritis del pulgar. Mayo Clinic señala que ocurre cuando el cartílago se deteriora en los extremos de los huesos que forman la articulación en la base del pulgar.
• Artrosis. Se trata de una enfermedad reumática que daña el cartílago articular. Al lastimarse, hay dolor, rigidez e incapacidad funcional. Suele suceder en la columna cervical o lumbar, aunque también afecta las extremidades o la cadera; señala la Fundación Española de Reumatología.