La tecnología salva vidas en las playas españolas

Las nuevas tecnologías aplicadas al salvamento en las playas facilitan a los socorristas reducir el alto número de personas que mueren anualmente en espacios acuáticos en España, donde el año pasado se registraron 338 decesos por ahogamiento.

Desde los aparatos más simples, como las turbinas en las tablas de rescate, hasta artefactos más complejos como un dispositivo de control remoto acuático de salvamento (CRAS), pionero en España, estas herramientas ayudan sobremanera a las tareas de salvamento de los socorristas.

Por ello, desde entidades como Cruz Roja centran gran parte de sus esfuerzos en probar dispositivos innovadores de distintas empresas que permitan mejorar la rapidez de respuesta de los socorristas en las playas.

Gracias a este ‘laboratorio’, la playa del Cabanyal de Valencia ha conseguido ser pionera en España al utilizar un CRAS, una herramienta de salvamento a control remoto que puede dirigirse a la víctima en solitario o con el socorrista y que este año se ha incorporado al servicio de asistencia de Cruz Roja para el Ayuntamiento.

«No es el mejor método en todas las ocasiones, pero muchas veces sirve para salvar la vida del que se ahoga y, en situaciones de mucho riesgo, no pone en peligro las nuestras», resalta Santiago Bayarri, responsable provincial de playas de Valencia de Cruz Roja.

Hasta el momento, el CRAS no ha realizado ningún salvamento real, solo simulacros, pero desde Cruz Roja ya piensan en incorporar más dispositivos similares para mejorar el servicio, pues supone «rapidez, agilidad y evita el desgaste físico del socorrista para aproximarse a la víctima».

Para ello, pretenden que la empresa fabricante, una multinacional de Hong Kong, incorpore distintas mejoras en el aparato, y han enviado sugerencias como la de un altavoz acuático o una cámara, aunque la compañía «no parece que esté por la labor».

No obstante, la startup valenciana Proteus Innovation -que acaba de crear un prototipo del dispositivo de autopropulsión para ser enviado por radiocontrol hacia situaciones de riesgo- sí ha cogido el guante de las mejoras que quieren incorporar desde Cruz Roja para facilitar los rescates y Bayarri cree que «va a arrasar» cuando salga al mercado, previsiblemente en el último trimestre de 2021.

«Las mejoras tecnológicas nos dan seguridad. Vamos a seguir salvando a las víctimas como antes, pero esto nos permite hacerlo más rápido, con más seguridad para el socorrista y potenciando sus capacidades. Cuanta más tecnología pongas a mi servicio, menos piel tengo que poner de mi parte», sostiene Bayarri.

Los drones vigilan las playas

En otras ciudades de España, Cruz Roja también ha apostado por otras tecnologías para facilitar la labor de los socorristas. Es el caso del dron incorporado en las playas de Chiclana (Cádiz), un dispositivo que permite posicionarse rápidamente en una situación de urgencia y dimensionar la respuesta, pues incorpora una cámara.

Además, según explica Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable nacional de playas de Cruz Roja, también tiene capacidad disuasoria, al contar con un altavoz. En el futuro, también podrían incorporar que el dron lance un elemento de flotabilidad para ayudar a las víctimas hasta que los socorristas lleguen hasta ellas.

Así, Sánchez Arrocha precisa que «cualquier elemento vinculado a la tecnología que facilite las tareas de rescate y permita que nuestro personal esté más preparado para actuar, nos viene fenomenal».

«No significa que estemos abandonando otras técnicas de rescate -como apoyos de embarcaciones, motos acuáticas ni el recurso humano-, ni mucho menos. Es cuestión de incorporar nueva tecnología que nos dé mayor respuesta en menos tiempo», asevera Sánchez Arrocha.

Telenord.com

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