Embarazarse después de los 40: riesgos, complicaciones y qué dice la ciencia
Razones profesionales, estabilidad económica, proyectos personales o simplemente no encontrar el momento adecuado son algunas de las razones por las que las mujeres deciden posponer la maternidad en México y en buena parte del mundo, lo que ha provocado que algunas de ellas recorran su embarazo hacia los 35 o incluso los 40 años.
Aunque hoy existen más opciones médicas que nunca, la edad sigue siendo un factor clave cuando se habla de fertilidad y salud gestacional.
Desde la perspectiva médica, los embarazos después de los 40 años no son imposibles, pero sí requieren un seguimiento más estricto. Así lo advierte el doctor Gustavo Cruz Alarcón, especialista en ginecología y reproducción humana, quien explica que el principal desafío está en los cambios biológicos que ocurren con el paso del tiempo.
Los ovarios ya traen los óvulos que van a ovular el resto de su vida desde el nacimiento. Es un número finito, y a partir de la pubertad, cada mes se van perdiendo miles de óvulos”, señaló el especialista.

Menos óvulos y menor calidad genética
A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides de manera continua, las mujeres nacen con todos los óvulos que utilizarán a lo largo de su vida. Con los años, no solo disminuye la cantidad, sino también la calidad genética de los óvulos restantes.
De acuerdo con el doctor Cruz Alarcón, después de los 35 años los óvulos ya no son los de mejor calidad, y a partir de los 40 este deterioro se acentúa.
Son óvulos que han estado expuestos a lo mismo que la paciente ha estado expuesta toda su vida: infecciones, cambios hormonales, temperatura. El ADN de esos óvulos puede tener cierto daño”, explicó.
Este deterioro tiene consecuencias claras: disminuye la probabilidad de lograr un embarazo espontáneo y aumentan los riesgos de alteraciones cromosómicas en el embrión.
Diversas instituciones médicas, como la Cleveland Clinic y Johns Hopkins Medicine, coinciden en que la edad materna avanzada se asocia a un mayor riesgo de anomalías genéticas, especialmente trisomías.

Abortos espontáneos: una complicación frecuente
Uno de los riesgos más comunes en los embarazos después de los 40 es el aborto espontáneo. El especialista explicó que, en muchos casos, esto ocurre por alteraciones cromosómicas incompatibles con la vida.
La trisomía 16 causa alrededor del 90% de todos los abortos. Es una alteración cromosómica que generalmente no permite que el embarazo continúe”, señaló.
Según datos del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), el riesgo de aborto espontáneo puede superar el 40% en mujeres mayores de 40 años, mientras que en mujeres menores de 30 ronda el 10–15%.

Riesgos maternos: cuando el cuerpo ya no responde igual
No solo el embrión enfrenta mayores riesgos. El cuerpo de la madre también experimenta cambios metabólicos y vasculares con la edad, lo que incrementa la probabilidad de complicaciones durante el embarazo.
El metabolismo no es el mismo que cuando se es más joven. Las arterias pueden tener ciertas calcificaciones y el metabolismo de la glucosa cambia”, detalló el médico.
Estas modificaciones pueden derivar en padecimientos como preeclampsia, diabetes gestacional, colestasis intrahepática del embarazo, parto pretérmino o insuficiencia placentaria, condiciones que requieren vigilancia médica constante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los National Institutes of Health (NIH) reconocen que los embarazos a edad materna avanzada son considerados de mayor riesgo precisamente por estas complicaciones cardiovasculares y metabólicas.
¿Se puede reducir el riesgo?
Si bien la edad es el principal factor pronóstico, el especialista aclara que el estilo de vida sí juega un papel relevante en el curso del embarazo.
Una mujer de 40 años que se cuida, que come bien y que está en buen peso, ya tiene 40 años, y ese sigue siendo el principal factor. Pero si además tiene obesidad, hipertensión o sedentarismo, las probabilidades de complicaciones aumentan”, explicó.
Las guías clínicas internacionales subrayan la importancia de un control prenatal temprano, pruebas genéticas, monitoreo frecuente y atención especializada para mejorar los desenlaces materno-fetales en mujeres mayores de 40 años.

Informar para decidir mejor
Para los especialistas, el objetivo no es desincentivar la maternidad tardía, sino ofrecer información clara y basada en evidencia para que las mujeres puedan tomar decisiones conscientes.
Después de los 35 años la dificultad para lograr un embarazo aumenta, y después de los 40 lo hace mucho más rápido. Por eso es importante planear con tiempo y acudir con un especialista”, subrayó Cruz Alarcón.
Hoy, gracias a los avances médicos y a un seguimiento adecuado, muchas mujeres logran embarazos exitosos después de los 40. Sin embargo, conocer los riesgos reales permite anticiparse, cuidar la salud y reducir complicaciones que, en esta etapa de la vida, son estadísticamente más probables.