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Según declaraciones de Leonardo Reyes Madera, director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), durante 30 años, las escuelas en República Dominicana no fueron diseñadas para resistir terremotos.
Esto abarca las construcciones realizadas desde 1930 hasta 2011.
Más recientemente, en noviembre de 2021, se informó que de un total de 10,000 escuelas a nivel nacional, aproximadamente 6,000 no resistirían un terremoto de gran magnitud.
Además, se identificaron 1,200 escuelas construidas sobre fallas sísmicas, de las cuales unas 300 se consideraban de alto riesgo y requerían intervención urgente.
Aunque el gobierno ha mostrado interés en abordar esta problemática y se han realizado evaluaciones de planteles escolares para determinar su vulnerabilidad sísmica el proceso de reforzamiento de las escuelas identificadas como vulnerables ha sido calificado como lento.
Desde hace varios años, el Centro Educativo Don Bosco, ubicado en el municipio Moca, de la provincia Espaillat viene deteriorándose y a pesar de que en el mismo reciben docencia alrededor de 850 estudiantes y de estos, unos 250 pertenecen al edificio, donde el deterioro se evidencia principalmente en los salones de clases.
Desde hace tiempo venimos alertando a las autoridades para que se evite una tragedia que puede arrojar cientos de miles de víctimas, principalmente si se produce un terremoto de gran magnitud en hora de docencia.
Tenemos que seguir orando.