EL BOTIN DEL DOLOR

El colapso del techo del Jet Set el pasado lunes en la noche que provocó la muerte de cientos de personas y múltiples heridos a parte del dolor lo que ha causado más indignación es lo que ocurrió después: según denuncias difundidas, individuos aprovecharon el caos para robar pertenencias a los fallecidos, incluyendo carteras, joyas y tarjetas que habrían usado incluso la misma madrugada.
Es un hecho que más allá del delito económico, representa una grave afrenta a la dignidad humana.
Robar a una persona fallecida es, en muchos países, considerado no solo un crimen común, sino un delito agravado y moralmente despreciable.
En Estados Unidos este tipo de acción puede acarrear cargos por fraude, robo de identidad y uso indebido de dispositivos electrónicos, con penas de hasta diez años de prisión.
En otros paises se considera fraude por representación falsa, estafa y podría tipificarse como profanación, especialmente si se accede al cuerpo o a sus pertenencias en el momento del fallecimiento.
Lamentablemente en la República Dominicana este tipo de hechos aún suele tratarse como un simple robo, cuando debería considerarse con mayor severidad.
Pero depreciable es aprovechar el dolor para buscar viu, como es el caso del joven de Cenoví, Alexis José Tejada, que dijo que un golpe que aparenta tener en la cara fue porque se encontraba en el lugar de la tragedia.
Sería bueno que alguien creara contenido desde la cárcel.