6 señales de que estás gastando mal tu dinero, incluso si crees que no

Si pagas tus facturas a tiempo todos los meses, podrías pensar que te va bien con el dinero. Pero, ¿estás utilizando el dinero sobrante de la mejor manera que puedes? El dinero discrecional puede ser una excelente manera de darte un capricho, relajarte o incluso ahorrar más. Pero también puede meterte en problemas.

Si tienes la suerte de que te sobre dinero al final del mes, eliges cómo gastas, ahorras e inviertes. Si no lo usas con prudencia, hay seis señales.


1. Sabes que ganas más que suficiente para cubrir los gastos básicos, pero siempre terminas el mes en números rojos
Si no tienes cuidado con tus gastos, es muy probable que termines endeudado, incluso si no es un problema continuo.

Si bien es posible que ganes lo suficiente para cubrir tus gastos, es posible que no estés viviendo dentro de tus posibilidades. Si gastas más de lo que ganas, no puedes ahorrar para alcanzar tus metas y es posible que comiences a llevar saldos en tarjetas de crédito, donde las tasas de interés altas solo aumentarán la cantidad que pagarás por un artículo con el tiempo.

2. No sabes a dónde va tu dinero
Si no estás seguro de a dónde va tu dinero, es probable que no llegues al lugar correcto.

Ya sea que lo estés guardando para una meta o comprando un regalo para un amigo, gastar en algo significativo te permitirá saber exactamente en qué gastaste. Pero comprar cosas sin sentido hará que sea más fácil olvidarlo.

Prestar atención a dónde va tu dinero cada mes te ayudará a comprender mejor dónde debes recortar y dónde gastar más.

3. No estás progresando en tus objetivos
Pagar tus facturas es importante, pero también lo son tus metas futuras.

Ya sea que desees jubilarte, comprar una casa o salir de deudas, debes trabajar hacia estos objetivos para lograrlos.

Si crees que estás gastando de más antes de poder ahorrar para los objetivos, hay una solución rápida: transferencias automáticas. Configura transferencias recurrentes desde tu cuenta corriente para transferir dinero a tus ahorros. Este método mantendrá el efectivo fuera de la vista y de la mente, y evitará que gastes.

4. Sientes que te estás ahogando en el desorden, pero tus paquetes siguen llegando
Si las compras en línea son algo con lo que estás luchando, es una señal de que gastas mal tu dinero.

La escritora Jamie Friedlander pudo dejar su hábito de compras en línea y compartió su experiencia con Insider. En lugar de apresurarse en línea para comprar algo esencial, y luego algunos no esenciales, cambió sus hábitos.

Al tomar un descanso de las compras en línea durante solo dos meses, pudo reducir drásticamente lo que gastaba. «Cada vez que veía algo que quería, me decía a mí misma: ¿Es esto algo que necesitas absolutamente en tu vida? Y, sin duda, la respuesta siempre fue no», escribió. Sus gastos se alejaron de las cosas frívolas y pudo volver a establecer prioridades en función de sus necesidades y valores.

5. No tienes metas, síntoma de gastar mal tu dinero
Si solo estás gastando sin rumbo fijo, probablemente es síntoma de que gastas mal tu dinero, en las cosas correctas.

Las metas de gasto están ahí para mantenerte bajo control, pero no son solo cantidades en tu presupuesto. Una meta de gasto podría ser simplemente permitirte gastar en unas vacaciones que siempre has soñado con tomar, o comprarle a tu pareja un regalo de cumpleaños. Debes establecer como meta gastar en cosas importantes, en lugar de las pequeñas cosas que te surgen en el momento.

Establecer objetivos de gasto es como establecer un presupuesto, pero tus objetivos de gasto deben ser más específicos. Busca formas de dirigir el dinero que gastas hacia estos objetivos más importantes, en lugar de distribuirlo en elementos menos importantes y menos significativos.

6. No has revisado tus gastos recientemente
Si no estás al tanto de tus gastos, es probable que sea un síntoma de que gastas mal tu dinero.

Un vistazo mensual al extracto de tu tarjeta de crédito puede ser de gran ayuda. ¿Encuentras sorpresas en esa declaración? Si es así, míralas.

Verifica también las suscripciones y los cargos mensuales: se olvidan fácilmente, pero se acumulan. Cancelar algunas suscripciones que no usas realmente podría ayudarte a reducir tus gastos mensuales y liberar más efectivo para que lo uses de la manera correcta.

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