Propósitos de Año Nuevo: Mejorar mis finanzas personales

El año que termina siempre deja cosas buenas y malas. De todo queda algo: aprendizaje. Es algo que no puedes comprar y que vas adquiriendo por medio de las experiencias. Nos toca ahora que estamos por iniciar otro año el plantearnos ciertos objetivos. Casi siempre son los mismos para la mayoría de las personas: bajar de peso, viajar, aprender un oficio, cambiar de trabajo o ahorrar.

Si el año que termina fue muy complicado para tus finanzas personales y mejorarlas es un objetivo para el periodo que inicia, debes saber que el primer elemento que solamente tú controlas y es el más importante para lograrlo es tu compromiso con esa meta. Si lo tienes y le sumas disposición para mejorar tus hábitos en relación al dinero, lo que sigue es aplicar los siguientes consejos.

Realiza un presupuesto: Anota tus ingresos y gastos a lo largo de un mes. La idea es saber en qué gastas el dinero que recibes. Si encuentras que gastas más de lo que ganas, allí pudiera estar la causa de tus problemas. Si al trazar tu presupuesto te das cuenta que sí tienes capacidad para cubrirlos y hasta te sobra, pero hay una cantidad que no sabes a dónde se va, es claro que estás tirando el dinero sin darte cuenta.

Ordena tus gastos. Estableciendo una prioridad de más a menos importante, enlista todas las cosas en las que gastas actualmente tu dinero y asígnale una cantidad de dinero a cada concepto. Alimentación, ropa y calzado, pago de vivienda, educación, transporte, pago de servicios y salud deben estar arriba. Abajo vendrán otros gastos como ir al cine, a restaurantes, viajes de fin de semana, plan del teléfono celular, membrecía del gimnasio (que mucha gente para y no usa) etc. Aprende la diferencia entre necesidades y placeres.

Aleja las tentaciones. No realices compras solamente porque algo está de oferta o te gustó mucho a la primera que lo viste. ¿Puedes seguir tu vida normal sin ese producto?¿Es realmente necesario? Si tienes dudas sobre adquirirlo, espera un par de días para ver si realmente lo necesitas o solo te querías dar un gusto. Si realmente lo necesitas, cómpralo pero antes revisa si no se sale de tu presupuesto. Registra ese gasto en tu presupuesto dentro de lo menos prioritario. Se vale darse gustos pero debes tenerlos bajo control.

Compara antes. Siempre que compres o contrates un servicio, asegúrate de que antes hiciste una comparación de los precios y la calidad. Irse por la primera opción te resuelve la molestia de investigar un poco pero te puede llevar a comprar cosas que no te dan el mejor retorno por tu dinero. Aprovecha los negocios donde dan mejores precios para atraer a clientes. Ojo: no confundas barato con mala calidad. Lo ideal es primero buscar el producto de calidad y a partir de allí buscar los mejores precios.

Ahorra de tu sueldo. Los expertos en finanzas personales siempre recomiendan ahorrar parte de tu salario. Algunos establecen que como mínimo debes reservar el 10 por ciento de tus ingresos al ahorro. Si en el año que inicia quieres realmente mejorar tus finanzas personales, el ahorro será una pieza clave para lograrlo. Cuando recibas cada pago, toma un 10 por ciento del dinero y ahórralo, pues la regla general es ahorrar antes de gastar, porque al revés, nunca te sobrará para ahorrar. Una buena opción para tu ahorro es crear un fondo de emergencias.

Valora tus deudas. Si ya tienes tu presupuesto en el que hiciste un balance de ingresos y gastos, más el porcentaje de ahorro, seguramente ya pudiste detectar si existe una cantidad de dinero que "te sobra". Ese dinero "extra" representa el monto por el cual te puedes endeudar, pues lo puedes destinar al pago de mensualidades sin que ello implique quedarte sin dinero para los gastos que ya tienes.

Cumple tus compromisos. Si ya sacaste un crédito, recuerda que tienes que pagar a tiempo porque de lo contrario te vas a hundir en los recargos e intereses por ser un consumidor incumplido, además de que podrías caer en manos de un despacho de cobranza - cuyos gastos también pagas - y no dejarán de hostigarte. El crédito es una gran herramienta financiera si lo usas bien y te permite comprar una casa o un auto que de contado nunca podrías. Sin embargo, debes usarlo responsablemente.

Planea tus finanzas a futuro. Aunque puedes pensar que planeas solo para un año que está por iniciar, ve más allá y ponte metas a largo plazo. Tal vez no te puedas plantear convertirte el dueño de la empresa en la que trabajas, pero sí puedes pensar en un tiempo para crecer dentro de la misma o de plano independizarte. Estas metas debes anotarlas y dividirlas en corto, mediano y largo plazo. En tu largo plazo pudiese estar ahorrar una buena cantidad de dinero para tu fondo de retiro. En las de mediano plazo cambiar de auto por uno más nuevo al que tienes y en el corto plazo algo tan básico como comprarte una bici para usar un poco menos el auto y mejorar tu salud. Eliminar el gasto hormiga es una gran meta a corto plazo que deberías lograr.

Aprender a mejorar nuestras finanzas personales no es algo que se logre de un día para otro, sin embargo, es posible hacerlo tomando pequeñas acciones (como el presupuesto, que es básico) e irlas dominando hasta convertirlas en hábitos importantes y ya realizarlas sin esfuerzo.

Si en el año que inicia no tienes posibilidades reales de aumentar tus ingresos, organízate con lo que tienes actualmente de cara al futuro. Si aprendes a economizar, controlar gastos impulsivos y comparar antes de comprar (y sólo cosas necesarias) verás que el dinero te rinde más y puedes ahorrar una cantidad importante.

 

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