Parásito Angiostrongylus cantonensis (gusano pulmonar de las ratas): qué es y cómo daña tu cerebro

El parásito Angiostrongylus cantonensis, también conocido como “gusano pulmonar de las ratas” se encuentra presente en los caracoles o las babosas (tlaconetes) y de ingresar en el cuerpo humano, puede causar grave daño a la salud.

Uno de los casos más sonados, relacionados con el parásito Angiostrongylus cantonensis, fue el de Sam Ballard. El chico era jugador de rugby y un día, teniendo una reunión con sus amigos, fue retado a comer una babosa que estaba cerca de ellos. El joven, sin pensar las consecuencias, aceptó y metió a la criatura a su boca.

Cómo se transmite la Angiostrongylus

Babosa sobre fondo blanco.

El parásito Angiostrongylus cantonensis se transmite por medio de los alimentos y es considerado un agente patógeno primario que se relaciona con la meningitis eosinofílica humana.

Este parásito vive dentro de los pulmones de los roedores y cuando estos tosen a los gusanos, las babosas o caracoles se infectan al comer heces de las ratas. Si los humanos consumen babosas crudas, pueden infectarse, señala la revista Biomédica.

Qué es la enfermedad Angiostrongilosis
Se le conoce así a la infección causada por el parásito Angiostrongylus cantonensis o el parásito parásito Angiostrongylus costaricensis. Ambos son responsables de angiostrongilosis abdominal o meningoencefalitis eosinofílica.

Estos parásitos son naturales en los roedores, pero usan a las babosas y otros moluscos como huéspedes intermedios. El parásito pasa por 5 estadíos hasta llegar a la madurez, de acuerdo a la revista Cirujano general.

Qué daño hace la babosa

Sam Ballard y su mamá, Katie Ballard.

El caracol y la babosa pueden contagiar a los humanos y causar una infección parasitaria que podría causar la muerte.

En el caso de Sam Ballard, parecía inofensivo el desafío que había hecho; pero el chico contrajo una infección cerebral grave, pues el tlaconete portaba al parásito. Sam comenzó a tener calambres en las piernas, y luego entró en estado de coma. Tiempo después fue dado de alta, pero no podía mover el cuerpo del cuello hacia abajo.

Aunque el parásito no suele ocasionar tantas molestias, en el caso de Sam, ocasionó meningoencefalitis eosinofílica, haciendo que los glóbulos blancos aumentaran en el cerebro y el fluido espinal, detonando en parálisis.

Luego de “luchar” por más de ocho años contra la infección, Ballard falleció a los 29 años.

El ministerio de Salud de Australia señaló que se trata de una infección extremadamente inusual. Además, invitan a la población a no comer caracoles o babosas crudos; así como a lavar minuciosamente frutas y verduras e inspeccionar que no estén en contacto con babosas.

El parásito Angiostrongylus cantonensis podría llegar a ti si no lavas de forma correcta las frutas y verduras. Aunque no en todos los casos causa graves daños, lo mejor es prevenir.

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