Hígado graso y enfermedades hepáticas: ¿cómo afecta el exceso de grasa corporal este órgano?

El sobrepeso y la obesidad, suelen asociarse a la diabetes e hipertensión. Sin embargo, pueden afectar diferentes órganos y causar varias complicaciones. Conoce más sobre el hígado graso, las enfermedades hepáticas, y cómo afecta el exceso de grasa corporal este órgano.

Un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular y buena alimentación, entre otros hábitos, está asociado con una reducción en el riesgo de obesidad o sobrepeso, así como las enfermedades asociadas a estos.

Entre las más comunes se encuentran la diabetes e hipertensión, mas no son las únicas. Un exceso de grasa también puede causar daños a nuestro hígado, llevando a afecciones como el hígado graso o la acumulación de grasa en este órgano.

En Salud180 platicamos con el Dr. José Antonio Castañeda, Cirujano Bariatra, sobre cómo impacta el exceso de grasa en nuestra salud hepática y cómo combatir estos problemas.

¿Cómo afecta el sobrepeso y la obesidad al hígado?
La obesidad se describe como la acumulación de grasa en el cuerpo, sin embargo, esta no solo se acumula en los “gorditos” o “lonjitas”, también en los diferentes órganos, como riñones, corazón y, por supuesto, hígado.

Esta acumulación de grasa en el hígado, es lo que se conoce como hígado graso no alcohólico, que provoca que este órgano aumente de tamaño, además de alterar ciertas funciones, como la respuesta a la insulina.

Como explica el Dr. Castañeda, el páncreas produce insulina, hormona encargada de controlar los niveles de glucosa que ingresan al cuerpo, pero cuando tenemos hígado graso, la grasa provoca que se rompan ciertas señales del cuerpo y se forme la resistencia a la insulina.

Es decir, las células no responden bien a la insulina y no absorben la glucosa fácilmente, por lo que se necesita producir más insulina, lo que puede llevar a problemas como la diabetes.

¿Qué otros factores influyen en el hígado graso?
Aunque el principal factor para la aparición del hígado graso es la obesidad, existen otros que pueden influir. Entre estos, el especialista menciona a las enfermedades hepáticas, como las de tipo inflamatorio, autoinmune o cirrosis.

De igual modo, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, señala que los altos niveles de colesterol y triglicéridos, tomar medicamentos como los corticoides, tener infecciones como la hepatitis e, incluso, perder peso muy rápido, podrían aumentar el riesgo de desarrollarlo.

¿Perder peso ayuda a revertir el hígado graso?
Como explica el Dr. Castañeda, está comprobado que los pacientes que se han sometido a una cirugía de pérdida de peso, presentan una disminución muy notable en las enzimas hepáticas a un año de la cirugía.

Estas enzimas suelen estar alteradas en pacientes con obesidad, pero conforme bajan de peso, se van normalizando, lo que representa un proceso de mejora en el hígado graso.

¿Qué otros problemas hepáticos se asocian a la obesidad?
Aunque el hígado graso es el problema hepático más conocido y asociado al exceso de grasa en el cuerpo, no es el único. De acuerdo a la Universidad de Guadalajara, la obesidad es un factor de riesgo para desarrollar cirrosis hepática.

Un estudio reveló que los pacientes con exceso de grasa y alteraciones metabólicas se asociaron con un riesgo mayor de desarrollar daño hepático, donde una de sus etapas es la cirrosis hepática.

Esta es una cicatrización y funcionamiento deficiente del hígado, que suele ser resultado de un daño hepático crónico, como lo es el hígado graso.

Asimismo, un artículo publicado en la revista Gastroenterología y Hepatología, explica que la obesidad y sus alteraciones metabólicas, como la resistencia a la insulina, podrían contribuir a la progresión de la enfermedad hepática por el virus de la hepatitis C y otros problemas hepáticos crónicos.

¿Cómo perder peso para combatir la obesidad y problemas hepáticos?
Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente, sin embargo, en ningún caso debemos buscar remedios “mágicos” o dietas rápidas para perder peso, pues podrían causar daño a nuestra salud, especialmente la hepática.

Lo mejor es acercarnos con un especialista como los nutriólogos o cirujanos bariatras para que, de acuerdo a nuestro nivel de sobrepeso u obesidad, decidan si se puede optar por un tratamiento multidisciplinario o una cirugía de pérdida de peso, como ocurre en pacientes con obesidad mórbida.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que los pacientes hepáticos pueden requerir dietas especiales, por lo que es clave asesorarnos con un nutricionista.

Eso sí, en cualquier caso, es mejor evitar los alimentos ultra procesados, harinas, azúcares, grasas saturadas y todos aquellos con un alto contenido calórico para cuidar la salud de nuestro hígado y ayudarnos a perder peso.

Finalmente, debemos recordar que, aunque existen suplementos que contribuyen a nuestra salud, como los antioxidantes, debemos evitar los que prometen una desintoxicación del hígado, pues no funcionan y podrían resultar contraproducentes.

Como explica el Dr. Castañeda, lo mejor en pacientes con hígado graso, es modificar los hábitos alimenticios y de actividad física, además de acudir con un psicólogo que nos ayude en esta transición y, en el caso de la obesidad mórbida, un cirujano bariatra.

La obesidad es mucho más que un problema estético, por esa razón es fundamental crear consciencia sobre sus consecuencias y la importancia de tener hábitos saludables, así como ser evaluados por un equipo multidisciplinario. Cuida tu peso y, con él, la salud de tu hígado y todos tus órganos.

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