Síntomas de cáncer de tiroides y qué lo detona (explica un oncólogo)

La glándula tiroides es una glándula con forma de H o de mariposa ubicada en la base del cuello, justo debajo de la manzana de Adán. La tiroides produce hormonas que regulan el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura corporal y el peso, es decir el metabolismo del cuerpo.

En Estados Unidos se estima que en 2019 se diagnosticarán 52,070 nuevos casos de cáncer de tiroides, siendo el sexto cáncer más común en las mujeres.

El cáncer de tiroides es relativamente común en México, donde también representa el sexto cáncer más común en las mujeres y las tasas parecen estar aumentando. Se piensa que esto se debe a que la nueva tecnología permite encontrar pequeños cánceres de tiroides que tal vez no se hubieran detectado en el pasado.

En entrevista exclusiva para Salud180, el Dr. Fernando Cordera, Cirujano Oncólogo del Centro Médico ABC y en el Hospital Ángeles Lomas, nos explica cuáles son las señales de que algo anda mal en la tiroides y podría ser cáncer de tiroides.

Síntomas

El cáncer de tiroides generalmente no causa ningún signo o síntoma en las etapas tempranas de la enfermedad. Con frecuencia el cáncer de tiroides se encuentra por casualidad cuando un paciente se realiza un estudio de imagen del cuello como ultrasonido o tomografía por otra razón.

A medida que crece el cáncer de tiroides, puede causar:

Un bulto que se puede sentir a través de la piel del cuello.
Cambios en su voz (ronquera).
Dificultad para tragar.
Dolor en el cuello y la garganta
Ganglios linfáticos inflamados en el cuello.

Causas

No está claro qué causa el cáncer de tiroides. El cáncer de tiroides ocurre cuando las células de la tiroides sufren cambios genéticos (mutaciones). Las mutaciones permiten que las células crezcan y se multipliquen rápidamente. Las células también pierden la capacidad de morir, como lo hacen las células normales del cuerpo. Las células tiroideas anormales acumuladas forman un tumor. Con el tiempo, las células anormales pueden invadir el tejido cercano y pueden extenderse a ganglios del cuello y a otras partes del cuerpo.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides incluyen:

Sexo femenino (el cáncer de tiroides es mas frecuente en mujeres que en hombres).
Exposición a altos niveles de radiación (por tratamientos de cáncer en la juventud, o por exposición a radiación de accidentes nucleares o pruebas de armas).
Ciertos síndromes genéticos hereditarios (como el síndrome de neoplasia endócrina múltiple)

¿Como se establece el diagnóstico?

Examen físico. Su médico le preguntará sobre sus factores de riesgo, buscará cambios físicos en su tiroides y revisará los ganglios del cuello.

Análisis de sangre. Los análisis de sangre ayudan a determinar si la glándula tiroides está funcionando normalmente, el mas importante es la hormona estimulante de tiroides TSH por sus siglas en inglés: thyroid stimulating hormone.

Estudios de imagen. El estudio mas común y sencillo es un ultrasonido de cuello que permite ver la tiroides y los ganglios del cuello para ver si hay nódulos sospechosos.

Biopsia. Si el ultrasonido u otro estudio de imagen determina que un nódulo tiroideo es sospechoso, la forma más sencilla y efectiva de establecer el diagnóstico es mediante una biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF). Para esta estudio, con la guía del ultrasonido se usa una jeringa para extraer muestras del nódulo tiroideo sospechoso y estas son enviadas a patología para su estudio bajo el microscopio. Es mediante esta biopsia que se establece el diagnóstico de cáncer de tiroides.

¿Cómo se trata el cáncer de tiroides?

La mayoría de los casos de cáncer de tiroides se pueden curar con tratamiento. Las opciones de tratamiento para el cáncer de tiroides dependen del tipo de tumor, la etapa de presentación, así como de salud general y preferencias de cada paciente.

Cirugía. La mayoría de las personas con cáncer de tiroides son tratadas con una cirugía en la que se retira la totalidad o la mitad de la glándula tiroides. Esta operación, en manos experimentadas, se puede hacer con una incisión muy pequeña, de unos 3 cm, y se acompaña de resultados excelentes en la mayoría de los pacientes.

Terapia hormonal tiroidea. Después de una tiroidectomía, algunos pacientes pueden requerir tomar por vía oral tabletas de hormona tiroidea de por vida. Este medicamento aporta la hormona que antes producía la tiroides y suprime la producción de TSH por la glándula pituitaria ya que altos niveles de TSH podrían estimular el crecimiento de las células cancerosas restantes.

Yodo radiactivo. Algunos pacientes requieren tomar una tableta de yodo radioactivo por vía oral algunas semanas después de la operación para destruir cualquier tejido tiroideo sano restante, así como áreas microscópicas de cáncer de tiroides que pudieron no haberse retirado con la cirugía.

Hoy en día la gran mayoría de los pacientes con cáncer de tiroides se curan recibiendo el tratamiento adecuado.

Si en algún momento detectas un nódulo tiroideo lo ideal es que acudas con un especialista en cabeza y cuello para hacer la evaluación y tratamiento apropiado. ¡No lo dejes pasar!

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