Los cables submarinos son el nuevo campo de batalla entre Rusia y China: las potencias quieren controlar las crecientes rutas de internet bajo el mar
El fenómeno de los cables submarinos está centrando las miradas de los gobiernos de Pekín y Moscú. Mientras en 2016 entraron en funcionamiento 15 de estos gigantescos cables bajo el mar, en 2020 el número de nuevos cables casi se duplicó, llegando a los 28. "Un gran crecimiento que muestra cómo estamos dependiendo cada vez más de estas infraestructuras", explica un informe de la organización Atlantic Council.